El lunes 17 de diciembre el Embajador de Chile en Estados Unidos, Felipe Bulnes, junto al Gobernador del Estado de Delaware, Jack Markell, el Presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX), Ronald Bown, el Agregado Agrícola de Chile en Estados Unidos, Joaquín Tagle, el Director Ejecutivo de Pacific Seaways, Francisco Labarca, y autoridades del Puerto de Wilmington dieron la bienvenida al primer embarque de fruta chilena de la temporada 2012-2013 en Estados Unidos, arribado a bordo de la nave Polarstream de la compañía Pacific Seaways. La nave traía alrededor de 6.600 pallets de uva de mesa, arándanos, cerezas, duraznos, nectarines, damascos y ciruelas, que vienen a satisfacer la demanda invernal por fruta de calidad, aprovechando la complementariedad que ofrece la temporada frutícola chilena que se extiende principalmente desde fines de noviembre hasta abril.
Durante la visita al puerto, las autoridades y representantes de la industria compartieron sus visiones y se comprometieron a colaborar en seguir desarrollando una relación de confianza mutua que permita seguir ampliando las relaciones comerciales entre Chile y el estado de Delaware.
El embajador Bulnes señaló que “Chile es capaz de brindar fruta fresca de alta calidad en contraestación para los consumidores estadounidenses, pero para ello necesita socios confiables y comprometidos como nuestros amigos del puerto de Wilmington”. A su vez, el Gobernador Markell agregó estar “complacido de recibir este embarque de fruta chilena, que para el Estado de Delaware representa una fuente de trabajo y crecimiento económico”.
Durante la temporada 2011-2012 el Puerto de Wilmington recibió 15,9 millones de cajas de fruta provenientes de Chile por un valor estimado de US$600 millones, lo que lo constituye en el principal puerto de entrada para la fruta fresca chilena, desde donde es distribuida a numerosos estados de Estados Unidos e incluso a Canadá. La fruta chilena que ingresa a través de este puerto sustenta 750 puestos de trabajo y aporta US$4 millones en ingresos por impuestos al estado de Delaware.